Todas y sin ninguna excepción deben devolver al Estado y a
la provincia por medio de distintas contribuciones. Entre los pagos que
realizan se cuentan regalías por el 3%(*) a las provincias, e impuestos,
derechos aduaneros, retenciones, contribuciones y tasas retributivas de
servicios a la Nación, los gobiernos provinciales y los municipios. El
beneficio con el que cuentan las mineras es el de la estabilidad fiscal, que no
implica la supresión de los impuestos, sino del congelamiento de los mismos a
partir del momento en que comienza a funcionar la propuesta de minería.
En tiempos en que la explotación minera está en el ojo del
huracán y que esta actividad también está señalada como una explotación
económica del lugar en donde residen, es bueno despejar el clima congestionado
de malos entendidos con cuentas claras. Las mineras pagan por el lugar y la
materia que ocupan para que la actividad se de con normalidad, a diferencia de
lo que se dice no están beneficiadas con reducciones impositivas ni leyes
confusas.
Si la duda es cuándo devuelven a la nación estas compañías,
entonces esto se traduce en:
- Impuestos a
la ganancia (un 35% de los beneficios obtenidos)
- Impuestos a
la ganancia WHT aplicado sobre los servicios prestados por empresas extranjeras
(retenciones variables desde 4,5% hasta el 31,5%)
- Erario nacional
de Bienes Personales (0,5% sobre el valor patrimonial de la tenencia
accionaria) IVA, Créditos y Débitos Bancarios.
- Tasa Hídrica
(22% sobre el valor neto del gasoil facturado)
- Derecho de
Exportaciones o Retenciones
Por otra parte, la
mineríaen Santa Cruz paga
impuestos, tasas y regalías dependiendo de la fecha de
inicio de la explotación. En definitiva, abonan los costes municipales,
provinciales y nacionales, un canon minero, uso de aguas, servidumbres y
usufructo de Formicruz. Por si esto fuera poco, además realizan donaciones,
pago de salarios y compras de insumos, todas actividades que forman parte de
una cadena de inversiones positivas no sólo para una provincia.