El cobre es uno de los metales fundamentales para la
tecnología actual. Conductor preciso del calor y la electricidad, y más
eficiente que varias otras alternativas, durante las últimas dos décadas el
cobre se ha incorporado a nuestras vidas de manera directa o indirecta, ya que
ofrece incontables beneficios a los hogares de todo el planeta. Las
aplicaciones tecnológicas del cobre son muy amplias y este metal tiene un papel
activo en muchísimos elementos.
Cuando el cobre se expone al aire, se forma una fina capa
protectora de óxido que impide cualquier reacción posterior, y cuando se expone
a una atmósfera húmeda durante un largo periodo de tiempo, se forma una pátina
verde de sales de cobre que protege el metal contra la corrosión. Por ello,
junto con el aluminio, el cobre es el metal no ferroso más importante en
términos de consumo. Y gracias a su excelente conductividad del calor y de la
electricidad, es un material esencial para los cables eléctricos. Sin los
componentes eléctricos y electrónicos de cobre, no sería posible la gestión
inteligente de los motores, los sensores extensivos o los sistemas de
información y entretenimiento en los automóviles. Aproximadamente, un automóvil
de tamaño medio contiene hasta 22,5 kg de cobre, que se obtiene en los trabajos
que se realizan en la
minería en Catamarca.
El contenido de cobre en la corteza terrestre es, en
promedio, del 0,006%. No es frecuente que el cobre se encuentre en la naturaleza
como un elemento puro mientras que, por el contrario, los minerales de cobre
son comunes en la naturaleza. Los principales países productores de cobre son
Chile y Estados Unidos.
Por ejemplo, el cobre ofrece el máximo ahorro energético, y
los tubos de cobre registran altos niveles de durabilidad y resistencia, por
encima de cualquier otro material. En contacto con el agua, los tubos de cobre
son incluso capaces de mejorar la calidad de la misma. La calidad del cobre
como metal a utilizar en el día a día del hogar es tal que se convierte también
en un proceso especialmente higénico y antimicrobiano. Otros elementos y
metales con el paso del tiempo desprenden sustancias nocivas, pero con el cobre
esto no sucede, y por ello es muy utilizado para las instalaciones de agua, de
sistemas de calefacción y de aire acondicionado. Además, la gran hermeticidad
de las uniones y la resistencia al fuego de las tuberías de cobre las hacen
idóneas para el transporte de gas, y como el tubo de cobre es incombustible, en
caso de incendio, mantiene encerrado el fluido que transporta, no emite gases
tóxicos y evita la propagación del incendio.